Del otro lado de la barra.
Del otro lado de la barra.
Integridad. La Prueba de las 3H’s
Noel Zepher Mogués
noelzephermog@gmail.com
2 de junio de 2022
Lo que ve, lo que oye, lo que escucha un cantinero detrás de una barra de cantina, de cualquier bar, debería tener categoría de Secreto de Confesión. De secreto profesional. El cantinero escucha más confesiones que un sacerdote, más historias que un terapeuta y más rumores que un vendedor de tortillas en el mercado de la colonia.
No puedo dejar de pensar en mi compadre Nepomuceno. En lo que me dijo he hizo. No he podido dejar de pensar en lo que debe ser la honorabilidad de los actos que realizamos cotidianamente.
Sin importar qué esté haciendo, pienso en ello. Veo al señor al que le serví un whisky con hielo, al joven que ya lleva tres tequilas con sus respectivas cervezas, a la señora a quien le brindé un coctel Manhattan, al que bebe ron, a la que bebe vodka.
Los veo animados, platicando, sonriendo. ¿Cuántos de ellos abusarán de otras personas o distribuirán o venderán sustancias prohibidas? ¿Cuántos, hoy, sólo hoy, habrán engañado a un cliente o su patrón o se estacionaron en doble fila o se pasaron una señal de alto? ¿Cuántos habrán conservado un dinero que no les correspondía o pagado menos del precio estipulado?
En alguna ocasión dos conocidos míos estaban platicando acodados en la barra mientras bebían de sus vasos. Uno le decía al Otro que él era una persona honesta, que nunca había tomado algo que no fuera suyo ni había dañado intencionalmente a otra persona. El Otro le preguntó ¿Nunca? Y el Uno contestó No Nunca. El Otro continuó diciéndole ¿Entonces tú soportas la prueba de la 3H’s? El Uno le dijo que no recordaba haber escuchado de la prueba de las 3H’s. Otro le dijo que era algo muy simple y consistía en responder: ¿Realmente eres Honesto, Honesto, Honesto?
La magnitud de la honestidad no es medible. ¿Quién es más deshonesto, el que roba 50 millones de dólares o el que no le devuelve a su dueño la cartera que se le cayó?
Del otro lado de la barra.
Integridad. La Prueba de las 3H’s
Noel Zepher Mogués
noelzephermog@gmail.com
¿Quién es más deshonesto, el político que miente a todos sus electores o esposo que miente a su esposa?
Hace unos años escuche a un latino-japones llamado Yokoi Kenji referirse a la diferencia entre Honestidad e Integridad. Narraba la historia de una pareja que estando en un hotel pidieron pizza para comer y cuando llega, la caja no tenía pizza, pero tenía mil ochocientos dólares en billetes.
El hombre, pese a las protestas de la mujer, decide entregarla, porque es un hombre honesto. En la pizzería, le agradecen el gesto y le dicen que está ahí un renombrado reportero que quiere que el hombre le cuente a todo el mundo sobre la honestidad de su gesto. El hombre le responde que no, que de ninguna manera se le ocurra mencionarlo a él. El Pizzero asombrado le insiste en que su gesto de honradez debe ser difundido y tal pueda servir de modelo para otras personas. El hombre le dice que no y que la razón es muy simple: la mujer que viene con él no es su esposa.
Yokoi Kenji habla con toda claridad. El hombre que entregó el dinero sí era un hombre honesto, pero no era un hombre íntegro. No soportaba la prueba de las 3H’s.
La honestidad habla de lo que yo hago y digo, de mis actos públicos, e integridad habla de lo que yo soy y pienso, de lo que hago cuando nadie me ve.
Cuantas personas han tomado un lápiz, una pluma o un marcador de su oficina porque a alguno de sus hijos se les olvidó decirle a una hora prudente que lo necesitaba. Cuando salga de trabajar ya no habrá papelerías abiertas y en la mañana, como los deja en la escuela tan temprano, tampoco. Entonces decide abastecerse con el material de su oficina.
¿Ese acto, teniendo esa persona la plena intención de regresar lo tomado, es un acto deshonesto?
Del otro lado de la barra.
Integridad. La Prueba de las 3H’s
Noel Zepher Mogués
noelzephermog@gmail.com
¿El abogado que agradece con un billete de 20 o 50 pesos la entrega oportuna del oficio ordenado por el juez, es deshonesto?
Creo que todo acto contrario a la moral personal es deshonesto. También creo que la moral personal debe ajustar a la moral colectiva en su mayor parte; pensando, sobre todo en cierta cordura social y no actos sociópatas.
¿No robas, pero tiras basura en la calle?
¿No engañas, pero sobornas a un agente público para evitar una sanción u obtener una ventaja indebida?
En la vida es necesario ser honesto, honrado, íntegro, leal. Sólo así se podrá estar en paz con uno mismo y con la sociedad.
Cuando sea el momento, en mi actuar como abogado, en el foro, en la procuración de justicia o en su impartición y administración, o en el servicio público, no deberé olvidar el Quinto Mandamiento del Abogado, según Couture y seré honesto, honrado, íntegro y leal con mi cliente, con mi adversario y con el juez.
Tendré siempre presente la Regla de Oro “Trata a los demás como quisieras que te traten a ti mismo”.
Seré siempre, cada día, un poco mejor que en el día anterior y mis acciones serán limpias y cristalinas como estos vasos que estoy limpiando detrás de la barra.